Me invitaron al Congreso a hablar de ciencia y terminé proponiendo una revolución educativa.

Mi experiencia en el evento de divulgación de la Ciencia en la cámara de Diputados de México

7/2/20252 min read

¿Te imaginas usar el método científico para resolver uno de los mayores retos de México? Hace unos días, tuve el privilegio de llevar esta pregunta a uno de los recintos más importantes del país: la Cámara de Diputados. Fui invitado al evento "Hecho en México, Hecho con Conciencia", una experiencia que me recordó que el conocimiento no solo pertenece a los laboratorios, sino también a los grandes debates nacionales.

No todos los días tienes la oportunidad de hablar sobre ciencia y educación en el corazón del poder legislativo de México. Este encuentro fue mucho más que una serie de conferencias; fue un llamado a la acción para fortalecer nuestro tejido social a través del conocimiento, reuniendo a expertos para debatir un tema crucial: ¿cómo hacemos que la ciencia sea verdaderamente accesible para todos?

Mi Misión: El Método Científico al Rescate de la Educación

En este escenario tan imponente, tuve el honor de presentar mi ponencia. Mi enfoque fue directo y apasionado: proponer el uso del método científico como herramienta clave para transformar la situación educativa en nuestro país.

Lejos de ser una idea abstracta, mi objetivo era demostrar que aplicando un enfoque riguroso, basado en evidencia y experimentación, podemos empezar a resolver los desafíos que han frenado a generaciones de estudiantes. Fue una oportunidad increíble para dialogar y exponer cómo la estructura del pensamiento científico puede diseñar políticas educativas que realmente funcionen.

Pisar ese foro no solo fue un honor personal, sino también un símbolo del creciente compromiso por integrar la ciencia en las decisiones que marcan el rumbo de nuestra sociedad.

Un Llamado a la Acción: La Ciencia como Motor de Cambio

Eventos como "Hecho en México, Hecho con Conciencia" son una bocanada de aire fresco. Nos demuestran que hay una voluntad real de innovar y de utilizar el conocimiento como la principal herramienta para construir un futuro mejor.

Pero esta conversación no puede quedar entre los muros de un recinto. La verdadera transformación ocurre cuando cada vez más ciudadanos, educadores, y líderes se suman a este diálogo. La ciencia tiene el poder de darnos respuestas, pero somos nosotros quienes debemos hacer las preguntas correctas.

Espero que estas iniciativas se multipliquen y que la curiosidad científica se convierta en la fuerza que impulse a México.